CLAI: IGLESIAS JUNTAS EN CAMINO PROFÉTICO
Nos ha parecido oportuno compartir una perspectiva de los esfuerzos de las Iglesias y Organismos en América Latina y el Caribe para acercarse, cooperar y sostener procesos de unidad para cumplir la Misión al Mundo encomendada por Jesucristo, Hijo de Dios porque está creando “…cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia.” (II Pe. 3:13)
El 26 de septiembre de 1978, 110 Iglesias y 10 organismos ecuménicos e interdenominacionales de América Latina y el Caribe dijeron sí a la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI en formación), se movían dos corrientes: una temerosa que decía que no era conveniente; y, otra principalmente impulsada por los pentecostales 25% de los integrantes de la Asamblea, quienes se habían presentado masivamente a la Asamblea de Iglesias de Oaxtepec, México que decía, sí, a la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
Esta Asamblea tenía antecedentes, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX diversos acontecimientos impactaron a toda la humanidad, en particular el acelerado ascenso de los Estados Unidos como polo político y económico y una guerra mundial que como todas causaba gran dolor, sufrimiento, destrucción y muerte; y, las Iglesias tenían que atender el llamado de Dios: curar heridas, llevar consuelo, apoyar el mejoramiento de las condiciones socio-económicas, y, discernir que el Evangelio es para alcanzar una vida en plenitud para todos los seres humanos y el planeta todo.
En 1910 en Edimburgo, Escocia, las Iglesias se convocaron a una Conferencia Mundial de Evangelización porque sintieron la necesidad de acercarse y fortalecer la Misión que cada una realizaba en forma aislada, así que se encontraron para decidir sobre los desafíos pastorales, en particular si América Latina y el Caribe eran una tierra de misión; la historia indica que algunos decidieron que no, otros que sí, con muy poca presencia latinoamericana y caribeña.
En 1913 en New York se celebró una Conferencia de 30 Misiones Extranjeras que realizaban trabajos en América Latina y el Caribe y fundaron el Comité de Cooperación en Latinoamérica (CCLA), que junto con el Comité hermano de Europa decidieron convocar a un Congreso en Panamá del 10-20 de febrero de 1916 para unir esfuerzos y vencer las barreras de competencia, sectarismo y divisionismo y testimonio dispar. Posteriormente seguirían otras Conferencias de Iglesias que buscaban fortalecer la unidad en la Misión: Montevideo (1925), La Habana (1929), Buenos Aires (1949), Lima (1961), Buenos Aires (1969) y finalmente la Asamblea de las Iglesias de América Latina y el Caribe en Oaxtepec, México (1978).
Todos esos esfuerzos y muchos otros, de organizaciones juveniles, de mujeres, de denominaciones, de Iglesias nacionales, de reflexiones teológicas-pastorales-misionales para asumir los desafíos pastorales de la predicación del Evangelio, y, llevar una palabra de esperanza y fe en medio de las guerras, el autoritarismo, la represión, las revoluciones, las desapariciones, la pobreza; pastorear en proyectos de educación, trabajo, vivienda, salud, campañas de evangelización y muchos otros ministerios junto al compromiso por la justicia social, fluyeron en el Cono Sur, en la Región Andina, en Brasil, en el Caribe, en Mesoamérica para alcanzar la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI).
El Obispo Federico Pagura presidente del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) en septiembre de 1978 dijo: “…sepamos reconocer y dar gracias porque por primera vez en la historia de nuestro continente, cristianos evangélicos de cuatro líneas o corrientes diferentes, nos sentamos y decidimos permanecer unidos en torno a Jesucristo y al clamor de los pueblos a los que nos sentimos llamados a servir , a pesar de todas nuestras diferencias…tengamos la audacia de entrar o de continuar en el diálogo iniciado, y exponernos al desafío de estos trabajos, en humildad, en sinceridad y en oración.” (CLAI, 1980) Oaxtepec 1978: Unidad y Misión en América Latina, p. 7), este desafío sigue vigente y nos corresponde crear un entorno que favorezca el fortalecimiento del CLAI histórico, profético, institucional porque las Iglesias lo necesitan, el pueblo latinoamericano y caribeño lo necesita, Dios lo necesita.
El Rev. Gerson Meyer, secretario General del CLAI en 1982 advirtió: “La dependencia externa tiene que ser eliminada en un programa a largo plazo. El CLAI no puede ser realmente independiente si más del 90% de su presupuesto viene de Iglesias y agencias de los países desarrollados. Además, quisiéramos mantener con esas Iglesias un diálogo franco para hablar y escuchar la verdad en amor…”. (De Oaxtepec a Huampaní: Informe de la Junta Directiva y del Secretariado del Consejo Latinoamericano de Iglesias. Ediciones CLAI, 1982, pág. 37). Por ello este propósito es medular en el proceso hacia a la VII Asamblea del CLAI en septiembre del 2023 en Caracas, Venezuela porque se fundamenta en un proceso autogestionario que incluye la apertura a los apoyos de otras Iglesias y Organismos de otros continentes.
El Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) aportó su voz, acciones, oración, reflexión, testimonios con las Iglesias, la juventud, las mujeres, los sectores postergados, personas afrodescendientes y de las nacionales originarias, derechos humanos, pastorales de consolación y solidaridad, reflexiones teológicas, pastorales, evangelísticas, misionales, históricas, socio-educativas reiterando la visión profética, asumiendo los riesgos e incorporando los dones y talentos de todos/as que continuó en todas las Asambleas, empezando en Oaxtepec, México, 1978, Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI en formación); luego en la Asamblea Constitutiva del CLAI, Lima, Perú, 1982; seguiría en la II Asamblea, Indaiatuba, Brasil 1988; luego en la III Asamblea, Concepción, Chile 1995; seguidamente en la IV Asamblea en Barranquilla, Colombia 2001; luego en la V Asamblea, Buenos Aires, 2006; y en la VI Asamblea, La Habana, Cuba, 2013. Pero las Iglesias reunidas en la VI Asamblea en mayo de 2013 en la Habana, Cuba clamaron para que en forma definitiva se superara el viejo modelo de ecumenismo que se impuso desde Quito, durante más de dos décadas, encarnado en un aparato burocrático; caracterizado por la desvinculación de las Iglesias miembros; el abandono de la pastoral profética, y, el desvió de los recursos de las prioridades pastorales de las Iglesias hacia la satisfacción de extraños intereses particulares y agendas no surgidas desde las iglesias miembros.
Así que una Mesa General presidida por el Obispo Carlos Poma Presidente Constitucional del CLAI, integrada por Iglesias Plenas, Fundadoras, Emergentes y Organismos, coordina y organiza un proceso, guiado e inspirado por el Espíritu Santo, hacia la VII Asamblea del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), General, Ordinaria, Presencial, Autogestionaria en Caracas, Venezuela, del 24-29 de septiembre del 2023.
Para la Gloria de Dios y la bendición de los pueblos en América Latina y el Caribe.
Septiembre 2022