Sí al Código de las Familias

La creación del nuevo Código de las Familias ha sido un proceso político, ético, educativo y jurídico trascendente. Nos deja testimonios de diálogo, búsqueda de consensos, protagonismo de la sociedad civil, de los derechos como argumento y la decisión popular —mediante referéndum— como modos de participación en la política.
Ha sido una oportunidad colectiva, social, histórica y moral para que las cubanas y los cubanos produzcamos más justicia. Una oportunidad para que los buenos afectos, la política y la ley se encuentren en un mismo camino.
El Código es un ensayo para que la sociedad toda reproduzca relaciones de poder dignas, afectuosas, con base en los derechos y las responsabilidades, de compromiso con el bienestar personal y común. Nos invita a ir más allá, como pueblo responsable de su propia liberación, en la apuesta por el respeto a la diversidad.
La nueva ley propone modelos más inclusivos, justos, cooperativos, dialógicos y solidarios. Es un Código para la autoridad sin autoritarismo, la responsabilidad sin posesión, los límites sin violencia.

¡Derecho a tener derechos! Es la máxima que esta ley concreta.

El derecho de cualquier persona a la adopción.
El derecho a definir el orden de los apellidos.
El derecho de una persona a llevar los apellidos de sus dos madres.
El derecho a que una abuela o abuelo tenga responsabilidades sobre sus nietos y nietas cuando mamá y papá deciden no estar.
El derecho a que dos hombres se casen y encuentren en ello la bendición de Dios.
El derecho a que un anciano o anciana no deambule porque su familia no le quiere dentro de la casa.
El derecho a que una persona homosexual herede los bienes compartidos con su pareja durante décadas.
El derecho a la comunicación con niños y niñas por el afecto y los cuidados, no por estricta condición biológica.
El derecho a que dos mujeres lesbianas puedan concebir una criatura de conjunto.
El derecho al divorcio sin culpas.
El derecho a beneficios por viudez o separación sin que medie el matrimonio.
El derecho a que una persona tenga más de una madre y un padre.
El derecho a la gestación solidaria como un acto de amor.
El derecho a que una persona cuidadora reciba protección y respaldo económico.
El derecho de las niñas, niños y adolescentes a que se les escuche, se les quiera y se les respete en su individualidad.
El derecho a la protección legal y afectiva frente a las manifestaciones de violencia.
El derecho a recibir beneficios y protección por el trabajo doméstico.

𝐕𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐚𝐧 𝐩𝐫𝐢𝐯𝐢𝐥𝐞𝐠𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐜𝐚𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐬.

𝐕𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐫𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐞𝐱𝐜𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨́𝐧.

𝐕𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐠𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐬𝐞 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐣𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐬.

𝐕𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐧̃𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐫𝐞𝐚𝐫, 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐚𝐬 𝐲 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬, 𝐮𝐧 𝐩𝐚𝐢́𝐬 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐥𝐚 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐥𝐚 𝐛𝐞𝐥𝐥𝐞𝐳𝐚.

𝐕𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐥𝐞𝐲.

𝐂𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚𝐥 𝐃𝐫. 𝐌𝐚𝐫𝐭𝐢𝐧 𝐋𝐮𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐊𝐢𝐧𝐠 𝐉𝐫., 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐒𝐢́ 𝐩𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐂𝐨́𝐝𝐢𝐠𝐨 𝐬𝐞𝐧𝐭𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬.

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